Mito peruano de el duende del puquio

Entrada: los habitantes de las comunidades rurales del Norte de Perú piden a sus hijos que no se acerquen al puquio o manantial. Ellos temen al terrible Duende del puquio.

El duende del puquio

Como es común en las lejanas comunidades rurales del Perú, en el pueblito de Shiracunga pasó esta historia del Duende del puquio. Para los que nunca han visitado esta zona, es necesario explicar que el puquio es un tipo de manantial que brota en la superficie. Sin embargo, su profundidad es desconocida y se cree que está encantado. Además de morir ahogado, se cree que las mujeres que se acerquen al puquio pueden quedar preñadas por algún portento. Por lo tanto, ninguna niña tiene permitido acercarse.

La terrorífica vista del Duende del puquio

En este relato, los padres de tres hijos, dos niñas y un varón, los dejaron solos en casa para ir hasta el pueblo. El viaje tomaba varias horas, los caminos eran peligrosos y lo mejor era no llevar infantes. Como instrucción, el jovencito tenía prohibido acercarse al puquio. Así que tuvo la idea de ir a casa de su tía, dejando a las hermanitas solas. Luego de dos horas, el muchacho volvió con la mujer. Eran más de las siete y la noche espesa inundaba el campo. Sin embargo, era necesario ir por agua al puquio si querían cocinar algunos alimentos. El muchacho así lo hizo, fue solo y regresó rápidamente. Desafortunadamente había atraído al Duende del puquio.

Mientras la tía de los niños cocinaba una sopa caliente, alguien llamó a la puerta. El joven creyó que era algún vecino con alguna grave necesidad, porque esto rara vez pasaba. Sin embargo, al abrir la puerta vio a un enorme hombre con sonrisa perversa. En seguida, dio un portazo y corrió con las mujeres, les contó y comenzaron a llorar. No obstante, la mujer mayor tomó un machete y se lo dio al joven. El plan era que ella abriera la puerta mientras que él blandía la chuchilla con todas sus fuerzas. Cuando abrieron la puerta, ya no había ningún hombre ni sus huellas. No cabe duda que era el Duende del puquio.

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