Mitos argentinos

La quinua es considerada un alimento sagrado por el pueblo aymara. En este mito, te contamos cómo este grano fue otorgado por los dioses al hombre como muestra de amor.

Cuentan los guaraníes que un loro llamado Mboí-Tuí fue castigado por revelar el camino hacia el paraíso terrenal. Como castigo, ahora se arrastra siendo una serpiente.

En algunas comunidades quechuas de Argentina todavía es conocida la leyenda de un par de hermanos extraviados en el monte. El menor, una hermosa niña, fue devorada por la vieja diabla.

El pueblo guaraní tiene un relato que nos cuenta la existencia de un paraíso en la tierra. Se trata un lugar abundante en recursos naturales, donde no se envejece jamás.

Los cazadores del Norte de Argentina temen encontrarse con el Llastay. Según el pueblo de los diaguitas este es un espíritu que toma la forma de un guanaco y protege a la fauna.

En el principio de los tiempos, según cuenta el pueblo qom, sólo los hombres caminaban en la tierra. Fue en un incidente que las mujeres cayeron del cielo. Así nació la humanidad.

En este mito de origen guaraní te contamos la feroz y sangrienta batalla entre dos héroes y un jaguar devorador de hombres. Desde entonces, el pájara chajá es considerado una liado del pueblo.

Cuentan los relatos orales de los extintos selknam que la luna roja representaba la furia y la venganza de la diosa Krah. Sólo un ritual sagrado podría devolver el equilibrio.

Este es un mito muy peculiar, en él los selknam explican la constante lucha entre el género masculino y femenino. Esta batalla es conocida como el Hain.

Para el grupo étnico qom Kasongongá es el dios del rayo. Además, se dice que cierta ocasión el dios quedó atrapado por un tronco y un joven lo auxilió.