El origen del fuego: mito Mataco

Los matacos o wichis, forman parte de los habitantes del centro del Chaco, hacia el norte de Argentina. Tienen un mito sobre el origen del fuego en el mundo, que compartimos a continuación.

El hormero es un ave que en su característica estaba el que se reía tanto que parecía que se burlaba de los demás. Entre sus cualidades destacadas estaba la de ser muy laboriosos y dedicado, tanto que podía construir su casa, vivir en ella y después venderla para irse a construirse otra.

Hornero

Pero sucedía que los demás animales no lo invitaban a sus fiestas ni a sus reuniones, todo lo hacían ocultándoselas al hornero. Pero un día estando reunidas la tortuga, la araña, el coy, el pichi, el quirquincho, la avispa, el suri, la chuña y el conejo, se disponían a reunirse a comer con Itoj Pajla, quien era el Hombre de Fuego.

El hornero los interceptó, pero la avispa le suplicó que no se fuera a reír, ya que podría causar la furia del Hombre de Fuego. El hornero aceptó la tregua y se unió a la visita.

Itoj Pajla, El Hombre de Fuego se encontraba sentado al momento en que cada uno de los animales hacía circular su olla con sus alimentos ya que el Hombre de Fuego tomándola en sus manos la calentaba. Sucedieron acontecimientos dignos para causar la risa del hornero, pero este respetando la tregua se aguantó y no rió.

Todo estaba tan silencioso que, el hornero observó detenidamente al Hombre de Fuego, cómo todo su cuerpo ardía, su espalda, su cabeza, sus brazos. Pero cuando vio sus testículos con fuego no se pudo contener y lanzo una gran carcajada.

El Hombre de Fuego enfureció y comenzó a arrojarles fuego con toda la intención de destruirlos por su burla. Todos los animales huyeron para sobrevivir, unos como la tortuga se refugió en el agua y así el fuego cruzó sobre ella, desde entonces la tortuga se hizo de agua. Otros lograron huir muy lejos para no ser consumidos.

El hormero logró escapar y sigue con su costumbre de reírse de todo. Y así fue como el fuego se liberó y el hombre pudo tener acceso a él. De no haber sido por el hornero, el fuego seguiría solo en poder de Itoj Pajla.

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