En la mitología griega, Hades forma parte de los tres dioses mayores de los antiguos pueblos helenos. El mito de Hades narra cómo este llegó a convertirse en el señor del inframundo, luego de vencer a los titanes. Así mismo, el mito describe la naturaleza de este personaje tan temido que nadie osaba llamar por su nombre.
El hijo primogénito de Cronos
Hades fue el primogénito de los titanes Cronos y Gea, sus hermanos fueron Zeus y Poseidón. En la mitología, el mayor de los hijos de Cronos fue Hades. Sin embargo, este junto a sus demás hermanos fueron devorados por el titán. Así pues, cuando Zeus tuvo edad y fortaleza suficiente encaró a su padre y lo obligó a regurgitar a sus hermanos. De este modo, el futuro señor del inframundo se unió a la revuelta contra los titanes.
En la guerra de la Titanomaquia, Hades recibió de parte de los cíclopes el casco de la invisibilidad y luchó con fiereza. Una vez que los hijos de Cronos fueron liberados, Zeus los convenció de aliarse. De esta manera, Hades recibió de manos de los cíclopes el casco de la invisibilidad. Gracias a esta armadura, el dios se ganó el nombre de “el invisible”. Así pues, junto a sus hermanos, el dios del inframundo peleó contra los titanes durante 10 años.
El gobierno del inframundo
Tras la victoria sobre los titanes, Hades fue designado como el gobernador de todo el inframundo. Cuando los hermanos afianzaron su triunfo, llegó la hora de decidir quién gobernaría la creación. Según la tradición, Hades era el sucesor legítimo al trono del Olimpo. No obstante, los hermanos repartieron al azar los reinos a mandar. Así pues, Hades obtuvo el derecho de gobernar en la tierra de los muertos. Desde entonces, pocas veces era visto en los terruños olímpicos.
La esposa del dios del inframundo fue Perséfone, quien fue prometida a Hades por Zeus. Según nos relata el mito, el dios del trueno prometió en casamiento a la diosa Perséfone. Llegó el tiempo en que Perséfone se había convertido en una bella mujer y Hades la reclamó. Ante la falta de respuesta del rey del Olimpo, este la secuestró. A raíz de este hecho, la tierra se convirtió en un desierto total. Zeus tuvo que intervenir y obligar a Hades a cumplir un pacto: Perséfone podría regresar al mundo durante un tiempo. Así se explicaba la presencia de la primavera.
Hades, el que es muy rico
Entre los antiguos griegos, el nombre de Hades era innombrable. El temor que causaba este dios entre los helenos era tan grande que usaban epítetos. El nombre más común era el de “el rico” o “Pluto”, pues las piedras preciosas provenían de su reino. Además, se sabe que algunos pueblos ofrecían sacrificios a Hades mediante una grieta. Se creía que de este modo la sangre de los animales inmolados escurría hasta llegar a su morada.
Aunque no existe una cronología de los hazañas de Hades, en varios mitos es un personaje importante. Es decir, Hades permitió que varios héroes griegos y dioses descendieran al inframundo. Entre ellos se encuentran Heracles, Teseo, Orfeo, Odiseo, entre otros. Así mismo, Hades fue quien liberó al monstruo Kraken que Perseo derrotaría con la cabeza de medusa.
La imagen de Hades
Finalmente, al dios Hades se le representaba con el símbolo del narciso y del ciprés. Los griegos antiguos creían que el Pluto era conducido en un temible e imponente carruaje negro. Este era tirado por cuatro corceles briosos e igualmente negros. Ya en el corazón de las profundidades, el trono de Hades era de oscura madera de ébano. Este aura lúgubre hace de la figura de Hades uno de los mitos más fascinantes de la cultura griega.